7/24/2010

Proyecto Sur: la tercer opción.


Por Pino Solanas

El domingo 18 de julio, el periodista Julio Blanck escribió en Clarín una interesante columna de opinión sobre nuestro crecimiento, titulada “Cuidado con Pino Solanas, que picotea de todos los platos”. Ante este infrecuente editorial considero apropiado realizar algunas reflexiones, porque ni los medios ni las otras fuerzas políticas, quieren aceptar el surgimiento de un tercer espacio, una tercera mirada, una opción al bipartidismo.

El PJ disidente, el kirchnerismo y el radicalismo coinciden en un modelo económico neocolonial. Blanck menciona tres fuerzas, que en realidad son dos o una sola con varios brazos y conforman las opciones del sistema neocolonial- neoliberal. En la macroeconomía no existen diferencias sustanciales entre el justicialismo disidente, el kirchnerismo y el radicalismio. De una u otra forma, desde el Pacto de Olivos estas fuerzas políticas vienen sosteniendo el modelo neoliberal de las privatizaciones, el crecimiento económico con endeudamiento y la entrega de los bienes naturales: tierra, petróleo, minería, pesca.

Las diferencias entre las variantes neocoloniales son de forma, no de contenido. En cuanto a las diferencias, los justicialistas se muestran como garantía de gestión y los radicales como los prolijos, republicanos y “honestos”. Difieren además en las opciones internacionales y en la posición a adoptar frente a Estados Unidos: los K prefieren a Chávez, Morales y Correa; los otros a Chile y Brasil.

Proyecto Sur representa la política en pos de la Nación y el pueblo, no de la agenda mediática de la partidocracia neocolonial. El nacimiento del Interbloque Proyecto Sur -hecho público el 15 de diciembre pasado- desorientó a todos con su política independiente y su agenda propia, votando lo que consideraba bueno para el país viniera del oficialismo o de la oposición.

No somos ni el grupo A opositor reaccionario, ni el grupo B oficialista, somos el grupo C, la tercera opción. Para los K somos apéndices del grupo “A” porque nuestra oposición a las medidas neoliberales del gobierno le hace el juego a la derecha, aunque ellos siguen endeudando a la Argentina y entregando los recursos naturales. Para el grupo A somos funcionales al kirchnerismo cuando no compartimos su agenda y puntos de vista. Lo que a ellos, al gobierno y a los grupos mediáticos les cuesta admitir es que no somos ni el grupo “A” ni el “B”; en todo caso, seríamos el grupo “C”: con la “C” de coherencia y cambio. Se ponen nerviosos porque no pueden gobernarnos y seguimos siendo una fuente de atracción para sus bases, los jóvenes y el electorado independiente.

Ventajas de ganar la Ciudad de Buenos Aires. Hoy todos quieren que compitamos por el gobierno de la ciudad. En eso coinciden el kirchnerismo, el peronismo disidente y la coalición radical, ya que si vamos por la presidencial debilitamos a todos. Lo divertido es que nos dicen: “Che…cuídenlo a Pino..!. nosotros lo respetamos mucho pero sería una locura que no fuera por la ciudad..”. Esa tentadora opción tiene sus ventajas y su contra, en tanto podría significar la posibilidad de gobernar la capital de la república, hacer una experiencia de gestión y desde allí prepararse para el 2015.

Desventajas de jugar las elecciones en la Ciudad. Por el contrario, significaría ceder nuestro potencial de votos nacionales a los otros partidos y abandonar la construcción y desarrollo de una fuerza nacional que cuestione al bipartidismo para el 2015 o (¿por que no?) para el 2011. ¿Quién puede predecir cuanto podemos crecer con un electorado decepcionado por los partidos tradicionales? ¿Quién iba a imaginar que sin habernos pronunciado ni lanzado públicamente una candidatura, figuremos en las encuestas entre los 3 o 4 primeros candidatos…? ¿Quién pensaba en el 2009 que en la Ciudad de Buenos Aires -donde dos años antes Macri ganara con el 62%- Proyecto Sur iba a multiplicar los votos un 350%, pasando del 7,5 al 24,5 %? Lejos de haber girado a la derecha, una parte del electorado de la ciudad apoyó nuestra campaña, que hablaba de los temas nacionales afirmando que “se puede” reconstruir el país, recuperar los recursos, democratizar la democracia, refundar una ética pública.

El radicalismo de hoy es la Alianza de 1998. Ante la participación nacional de Proyecto Sur, la coalición que lidera el radicalismo es vista como la repetición de la “Alianza” del 98 y sectores progresistas y aun de sus propias bases, se inclinarían hacia nosotros porque encarnamos las causas de los derechos sociales, la defensa patrimonial y la democratización de la democracia.

Reivindicamos la continuidad de FORJA y el Peronismo como convergencia. Del lado de las variantes peronistas, todos saben que Proyecto Sur reivindica la continuidad de las ideas del movimiento nacional, desde Forja al 45 y Juan Perón me convocó para filmar su único testimonio cinematográfico.

Tenemos muchas posibilidades a escala nacional. Hoy las encuestas nos dan un piso nacional del 10% al 12%, sin haber lanzado la candidatura: en campaña podríamos pegar un salto significativo. No solo gozamos de alta imagen positiva; también somos un punto de convergencia de muchos sectores políticos y sociales. Debe recordarse que en muchas provincias la mitad de la población no vota porque descree en los partidos tradicionales o ya hace demasiado tiempo que solamente puede optar entre Frankestein y Drácula.

En Argentina existe una crisis política de liderazgo. Por estas razones, es prematuro afirmar como Julio Blanck que estamos “lejos de la pelea por la presidencia”. Hoy no se presenta ningún candidato con un liderazgo tal, que esté en condiciones de ganar por una gran diferencia. La disputa no solo será entre tres, sino entre cuatro fuerzas; es el bipartidismo o nosotros.

Somos una alternativa emancipadora, social, cultural y política que valoriza también la militancia juvenil e independiente. Proyecto Sur aparece como la alternativa del cambio, la fuerza de la juventud y los sin partido, el instrumento político de los movimientos sociales y las fuerzas territoriales dispuestos a protagonizar transformaciones con sentido emancipador, en paz y en democracia. Antes que habernos desunido, seguimos creciendo –como afirma Blanck- y sumando fuerzas; porque somos un espacio de convergencia de varias culturas políticas unidas detrás de un proyecto emancipador.

El tercer Congreso de Proyecto Sur decidirá el rumbo. Recién a fin de año y en el marco del tercer Congreso de Proyecto Sur, cuando se vea más claro quienes son los competidores y se confirmen las fechas electorales, decidiremos dónde jugar mi candidatura. Hoy no sabemos si Macri termina su mandato, si será Cobos o Alfonsín, o si Cristina terminará midiendo mejor que Néstor. Mientras tanto, nos preparamos para gobernar en cualquiera de los dos escenarios.

La militancia será la base para la construcción política. Con mis compañeros de cincuenta años de militancia –Alcira Argumedo, Luis Brunati, Julio Raffo, junto a aquéllos con quienes fuimos confluyendo en estos años –Mario Mazzitelli, Claudio Lozano, Eduardo Macalusse, Jorge Cardelli, Humberto Tumini y muchos más- seguimos profundizando nuestra propuesta y recogiendo la experiencia de estas décadas. Haciendo y proyectando películas, dando charlas y seminarios, organizando encuentros y participando en cientos de acciones de resistencia a dictaduras, traiciones y entregas, fuimos construyendo en estas décadas la referencia nacional de un espacio que sueña con un proyecto emancipador.

Confluimos a las grandes luchas que el pueblo ha encauzado. Lejos de ser la frutilla del postre que amasan otros, somos un lugar de confluencia en la construcción de un movimiento político, social y cultural; un emergente de las luchas que gran parte de nuestro pueblo -tantas veces traicionado- ha venido protagonizado en las últimas décadas.

¡Llamamos a todos a ser parte del cambio!

7/04/2010

Infosur Comuna 2 - Número 3 - Junio / Julio 2010

Infosur Comuna2 - Número 3 - Junio Julio 2010

Facundo Carrillo y las fiestas PRO

Insólito. Facundo Carrillo, director del Centro de Gestión y Participación de Comuna 2 (CGP 2) puesto por Mauricio Macri, es cómplice del uso de un espacio público en Palermo, como casa de fiestas privadas de funcionarios macristas. Transcribimos la nota completa de Aquí.


La casa de fiestas del PRO

Oculta tras un muro de madera y frondosa vegetación, la casita es una suerte de quincho para reuniones de gabinete con choripán. Y también para los cumpleaños y fiestas de funcionarios, como el director de Espacios Verdes.

Por Sergio Kiernan

Le dicen La Escondida con justicia, porque es casi invisible. En una de las partes más arboladas del Parque Tres de Febrero, detrás de un muro de troncos de palmera y cercada por un laguito artificial, es una casita que dice poco, con una entrada modesta. Pero observando un poco se ve el plato de DirecTV, los splits y la parrilla, y se entiende por qué el edificio es una suerte de gabinete paralelo del gobierno porteño, un lugar para reuniones distendidas y sin teléfono. Debe ser muy agradable, porque el PRO terminó transformando La Escondida en una casa de fiestas para sus funcionarios. Por ejemplo, el viernes 7 de mayo el dueño de casa, el director general de Espacios Verdes, Luis Brian Lehmann, hizo ahí un “after hour + choripaty party” para festejar su cumpleaños.

En la gran manzana de los bosques de Palermo que corre entre Sarmiento, Libertador, Casares y Berro se concentran varios edificios. Uno es el Jardín Japonés, otro es la Casa Blanca, flamante sede de Espacios Verdes, otros son las ruinas de la Casa Joven y otro, ese fantástico museo que es Monumentos y Obras de Arte, donde se guardan y reparan piezas del catálogo urbano. El rincón es verdaderamente frondoso, con una calesita y un laguito artificial con una ruinosa pergolita. En medio de todo, oculta entre setos y postes, La Escondida. El jefe de Gobierno Mauricio Macri suele reunir a sus ministros allí, con choripán y sin teléfonos, para reuniones de trabajo, costumbre iniciada por sus predecesores. Y la casa, vieja pero remodelada, suele usarse para otros tipos de reuniones de trabajo.

Pero el PRO parece haber decidido privatizar el uso de este edificio público. Este año, el director general de Espacios Verdes de la ciudad, Luis Brian Lehmann, colgó en su página de Facebook la invitación a su fiesta de cumpleaños para el viernes 7 de mayo. Con precisión de programa informático, el joven funcionario indicaba que la fiesta empezaba a las 18 y terminaba media hora después de la medianoche. Como La Escondida es, efectivamente, un escondite discreto, la invitación incluía una foto satelital del parque con una gruesa flecha indicando su ubicación. Algunos de los invitados tuvieron que pedir precisiones, hasta diciendo que la foto francamente no aclaraba nada.

Lo que tampoco se aclaraba en ningún momento era que la fiesta se organizaba en un edificio de propiedad pública cuyo uso, aunque informal e inclusivo de choripanes, debe ser justamente oficial. Esto no pareció importarle a uno de los primeros invitados en confirmar que iba, el licenciado en relaciones públicas e institucionales Facundo Carrillo, que es director del Centro de Gestión y Participación 2 –Recoleta y Barrio Norte– y por tanto funcionario público. El único comentario del joven funcionario, que usa en Facebook una foto de traje, con bandera porteña atrás de su escritorio, fue “jajajaja sería una fiesta peroncheta! ”(sic).

A Carrillo y Lehmann debería, sin embargo, preocuparles el estatus legal de La Escondida. Usar propiedades públicas para fines privados hasta figura en el Código Penal, cuyo artículo 260 avisa que “será reprimido con inhabilitación especial de un mes a tres años el funcionario público que diere a los caudales o efectos que administrare una aplicación diferente de aquella a que estuvieren destinados”. Como para que no queden dudas –por la vieja frase de Vélez Sarsfield sobre “caudales o efectos”– la más reciente Ley 471 de Empleo Público de la Ciudad aclara los tantos todavía más. Según su artículo 11, inciso h, se prohíbe “utilizar personal, bienes o recursos del Gobierno de la Ciudad con fines particulares”. La sanción administrativa es drástica: la cesantía.

No parece ser el destino del director general de Espacios Verdes, que desde el viernes pasado es además encargado de la Dirección General de Arbolado. El paso es curioso por partida doble. Es que Arbolado ganó su autonomía en una reforma del organigrama de este gobierno porteño. Antiguamente era una simple dependencia de Espacios Verdes. Con el nuevo esquema, bajo el subsecretario de Mantenimiento del Espacio Público, Eduardo Villar, que responde al ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, están las direcciones de alumbrado, vías peatonales, cementerios, arbolado y espacios verdes. Tal vez los árboles de las calles vuelvan, de facto, a estar incluidos en el área más general que toma todas las plazas, parques y plazoletas urbanas.

La otra curiosidad es que pasaron casi exactamente dos meses desde la fiestita y nada indica que Villar o Santilli estén pensando en sancionar de ninguna manera este caso de uso indebido. Según el Observatorio del Espacio Público, que creó la Asociación Civil Aires Buenos, esto no sería de extrañar. El Observatorio encontró la invitación de Lehmann a su fiesta en Facebook durante una tarea de observación de este tipo de conductas que, según piensan, ya son costumbre de este equipo de gobierno. El Observatorio, que abunda en profesionales que ya trabajaron para el gobierno porteño, también encontró el irónico cartel que el PRO colgó en un local partidario de la calle Borges. El cartel era amarillo, como corresponde, y la ironía es que infringía la ley de publicidad exterior que el mismo oficialismo había impulsado y aprobado en la Legislatura recientemente. Era una marquesina en una zona residencial, algo estrictamente prohibido.

Este uso de la propiedad pública para una fiesta privada es otra muestra de cuánto le cuesta al gobierno porteño cumplir la ley. Según parece, dar fiestas en edificios públicos no es tan grave como construir ferias en veredas públicas, asunto a reprimir con dureza como se hizo en Liniers. Además de la evidente diferencia que se hace entre feriantes de barrio y licenciados en Palermo y Recoleta, se debería hacer otra: los funcionarios podrían dar el ejemplo. Como la mujer de César, deben parecerlo además de serlo.

7/02/2010

Sobre el proyecto de ley de "motochorros" que impulsa el PRO

Desde el bloque Proyecto Sur en la Legislatura, creemos que el abordaje de una temática tan importante para la ciudad como es la protección ciudadana, debería tener un debate profundo y democrático en las comisiones correspondientes.

2-Jul-2010 El tratamiento sobre tablas que pretende imponer el PRO y rechazado por casi todo el arco opositor; es un procedimiento excepcional que trata de saltear la discusión del proyecto en las comisiones.

Esta metodología deja a las claras que no existe una predisposición a debatir seriamente la seguridad de los ciudadanos sino que es una estrategia mediática, efectista y demagógica, que solo busca mejorar la imagen de un gobierno que ha demostrado una gran incapacidad, una falta de planificación y un nivel de improvisación que se evidencia en la grave crisis institucional que está atravesando la Ciudad de Buenos Aires.

Finalmente, creemos que el Ministro de Seguridad Guillermo Montenegro, no tiene la autoridad moral ni política para decirle a los legisladores que "boludean", siendo el responsable de la designación de un "Fino" Palacios involucrado en situaciones escandalosas, y siendo parte de una estructura donde el mismo Jefe de Gobierno se encuentra hoy procesado.

Bloque Proyecto Sur: Fabio Basteiro (Pte. Bloque), Jorge Selser, María América González, Julio Raffo, Laura García Tuñón, Delia Bisutti, Rafael Gentili, Adrián Camps

Fuente: Prensa Julieta Boedo Redacción InfoSUR