9/16/2012

Llegó el Boletín Nº2 en Defensa de la Salud Pública



Incendio y desidia en el Hospital Rivadavia

El día 29 de agosto a las 10 am se incendió el depósito del área de ginecología. Los bomberos atribuyeron la causa del incendio a un cortocircuito del sistema eléctrico. Es importante destacar que el área de ginecología fue donde se electrocutó una médica residente el 1° de julio debido a la pobreza de la instalación eléctrica y de los equipos que manipulan.
Ninguno de estos “accidentes” debieron haber sucedido puesto que desde el año 2010 está vigente la Ley 3.697 de “Recuperación Integral del Hospital Rivadavia”. En dicha Ley se establece en el artículo 3, inciso “k” que es necesario en el “Pabellón Maternidad sector “B” (donde se encuentra el área de Ginecología) completar la renovación integral de la infraestructura del mismo abarcando los servicios de agua, sanitarios, energía eléctrica como así también la reparación de los locales existentes”.
Lo único que intentó hacer el director del Rivadavia, por orden directa del Ministro Salud, Jorge Lemus, frente al incendio fue evitar que los medios filmen el estado deplorable de la instalación eléctrica y el lugar del incendio. En las semanas anteriores se negó a recibir a los médicos residentes y al comunero Luciano Umérez para discutir sobre los problemas en las instalaciones del hospital.
Por lo tanto, lo que sucede en el Hospital Rivadavia no son accidentes sino una serie de actos de negligencia y corrupción por parte de las autoridades competentes.

El Hospital Ricardo Gutiérrez se encuentra semi privatizado.

El freno a la obra de la fundación Mc Donald´s en el Hospital de Niños fue una victoria al avance de la privatización del Hospital. Esta victoria es histórica ya que es la primera vez que se frena completamente (por ahora) un proyecto privatizador del Gutiérrez.
Hoy día el Hospital Ricardo Gutiérrez lleva privatizados diferentes servicios. El de lavandería lleva más de 10 años privatizado y para lograrlo debieron cerrar la lavandería propia que tenía el hospital. El resonador magnético que funciona dentro del establecimiento es de la empresa ARGUS, la cual también es dueña de los resonadores del Fernández y del Durán, y el Estado debe pagarle por cada paciente al que le realice un estudio. El mantenimiento edilicio, jardinería y limpieza está a cargo de la empresa Mejores Hospitales la cuál ha sido denunciada por los trabajadores por no enviar suficientes insumos críticos como lavandina (la limpieza es uno de los principales factores de las enfermedades intra-hospitalarias). El comedor también se encuentra privatizado y el servicio es cada vez menos satisfactorio. Hasta el pago de haberes al personal del Hospital se encuentra privatizado y depende de la empresa Meta4.
Y la lista continúa. Por eso el freno al proyecto de que Mc Donadl´s se quede por 20 años con parte del predio del Hospital, impulsado por la directora Cristina Galoppo (militante del PRO) toma una trascendencia mayor para la lucha en defensa de la Salud Pública en toda la Ciudad de Buenos Aires. Y es por ello también, que las elecciones de los profesionales del Ricardo Gutiérrez son tan importantes para toda la comunidad, ya que fue la conducción actual es la que se enfrenta diariamente al avance privatizador.


El CEMIC ocupa desde hace más de 20 años parte del Hospital Rivadavia a pesar de que un Decreto de 2008 establece su desalojo.

El CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirno”) desde su fundación en 1958 comenzó a ocupar parte del espacio físico del Hospital Rivadavia, específicamente la sala XX. Pero, es en 1979, bajo la última dictadura militar que pasa a ser pleno uso del edificio que hasta el día de hoy ocupa en Av. Las Heras y Sanchez de Bustamante.
A principios de 1992, se transfirieron los hospitales de la órbita de la Nación a la entonces Municipalidad de Buenos Aires. Durante el gobierno de Ibarra, con el fin de regularizar la situación del CEMIC, se firmó un Acta Acuerdo entre el Estado (la entonces Dirección General de Concesiones y Privatizaciones) y la institución privada que fue aprobada por el Decreto Nº63 en enero de 2001. Por medio de éste, se legitimó la ocupación que el CEMIC llevaba más de 10 años realizando del predio ubicado en la Avenida Las Heras 2900. La concesión se estableció por 3 años y se pactó como canon mensual $ 24.000 y 144 cuotas mensuales de $  8.271,34 a fin de sanear la deuda que la institución privada tenía con el Gobierno porteño por los años que había utilizado gratuitamente el espacio público. Dicha deuda permanece vigente ya que el CEMIC no ha cumplido con su compromiso de pago.
Finalizado el plazo de los 3 años, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podía otorgar por medio de Licitación Pública un nuevo permiso de ocupación, en el cual el CEMIC contaría con un privilegio sobre los demás eventuales oferentes. El vencimiento del plazo fijado en el Acta Acuerdo operó el 28 de diciembre de 2003, desde entonces el CEMIC ocupa ilegalmente el predio. 
El Poder Ejecutivo de la Ciudad dictó el 29 de diciembre de 2008 el Decreto Nº 1.542, el cual ordenaba el desalojo del CEMIC. La decisión no se debió a la voluntad de querer hacer cumplir la ley, sino a los planes que el Gobierno de Mauricio Macri tenía para el Hospital Rivadavia: demolerlo. Entre los considerandos de ese Decreto figura: "debido a reformas que se llevarían a cabo en el Hospital General de Agudos “Bernardino Rivadavia” y a los efectos de mejorar la atención de los pacientes que asisten al mismo, no resultaba conveniente continuar con la concesión del predio que el CEMIC ocupa." La prueba de la real intención está en que frenada la demolición por los reclamos y las acciones de los vecinos y trabajadores de la salud y sancionada la Ley Nº 3697 que establece el Plan de Recuperación Histórica Integral del Hospital, el CEMIC continúa usurpando el predio.
Desde la última dictadura militar al día de hoy el CEMIC ha pagado sólo dos meses de alquiler.

Fuente: http://saludycomunas.blogspot.com.ar