5/28/2010
5/26/2010
5/25/2010
Reflexiones del Bicentenario
¡Feliz Día de la Patria para todos! Felices 200 años desde aquel primer gobierno patrio. Hoy es una jornada histórica de festejo y reflexión acerca de en dónde estamos ubicados luego de 200 años de luchas, victorias y fracasos. Es imprescindible el pasado para construir nuestro porvenir.
En 1810, la Primera Junta desataba aquella criatura dormida del subsuelo de la pampa oprimida. Túpac Amaru, Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, José Artigas, José de San Martín, Simón Bolivar, entre tantos otros próceres que pensaron una Patria Grande unida y liberada. Latinoamérica dijo basta a la opresión española, basta al colonialismo, basta a cualquier tipo de opresión.
En 1910, los festejos del Centenario ocultaron una penosa realidad, luego de 100 años, Argentina se veía colonizada nuevamente, lo que no habían logrado las Invasiones inglesas, lo lograron los empréstitos, bancos, empresas y grandes corporaciones. Argentina se encontraba en 1910 bajo un dominio neocolonial inglés, vendíamos telas y nos traían ropa, vendíamos cuero y nos traían zapatos. El país se inundaba en una pobreza extrema, que dejaba fuera de los festejos por los cien años de liberación a millones de trabajadores oprimidos (muchos de ellos nuestros antepasados inmigrantes).
Hoy, 2010, nos encontramos en un bicentenario complejo, la felicidad de cumplir 200 años de la Revolución de Mayo también se ve afectada por la tristeza de ver niños en la calle sin abrigo, mendigos desparramados por todas las veredas decoradas en azul y blanco. Nos entristece saber que en los festejos del bicentenario subyacen excluidos los 14 millones de pobres, los 5 millones de indigentes, el pueblo de Andalgalá en lucha contra las mineras, los desocupados, el 40% de trabajadores en negro, los 25 niños que mueren cada día por desnutrición, entre tantos ausentes de cualquier tipo de festejo. Hoy, 200 años después, pelearemos porque el 2110 sea un tricentenario sin hambre, con independencia, soberanía y libertad.
Saludos a todos,
Prensa y comunicación, Comuna 2.-
En 1810, la Primera Junta desataba aquella criatura dormida del subsuelo de la pampa oprimida. Túpac Amaru, Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, José Artigas, José de San Martín, Simón Bolivar, entre tantos otros próceres que pensaron una Patria Grande unida y liberada. Latinoamérica dijo basta a la opresión española, basta al colonialismo, basta a cualquier tipo de opresión.
En 1910, los festejos del Centenario ocultaron una penosa realidad, luego de 100 años, Argentina se veía colonizada nuevamente, lo que no habían logrado las Invasiones inglesas, lo lograron los empréstitos, bancos, empresas y grandes corporaciones. Argentina se encontraba en 1910 bajo un dominio neocolonial inglés, vendíamos telas y nos traían ropa, vendíamos cuero y nos traían zapatos. El país se inundaba en una pobreza extrema, que dejaba fuera de los festejos por los cien años de liberación a millones de trabajadores oprimidos (muchos de ellos nuestros antepasados inmigrantes).
Hoy, 2010, nos encontramos en un bicentenario complejo, la felicidad de cumplir 200 años de la Revolución de Mayo también se ve afectada por la tristeza de ver niños en la calle sin abrigo, mendigos desparramados por todas las veredas decoradas en azul y blanco. Nos entristece saber que en los festejos del bicentenario subyacen excluidos los 14 millones de pobres, los 5 millones de indigentes, el pueblo de Andalgalá en lucha contra las mineras, los desocupados, el 40% de trabajadores en negro, los 25 niños que mueren cada día por desnutrición, entre tantos ausentes de cualquier tipo de festejo. Hoy, 200 años después, pelearemos porque el 2110 sea un tricentenario sin hambre, con independencia, soberanía y libertad.
Saludos a todos,
Prensa y comunicación, Comuna 2.-
¡Caravana del Bicentenario! De La boca a Parque patricios
Están todos invitados a la Caravana del Bicentenario de La Boca a Parque Patricios este sábado 29/5.
5/13/2010
5/11/2010
Hospital Rivadavia - Esta semana, protesta y carpa contra su desmantelamiento en Las Heras y Austria
Un paso más en la escalada macrista contra la salud pública
Julieta Haidar - Infosur Comuna Dos
Fundado en 1774 con el nombre de “Hospital de Mujeres”, el hospital general de agudos “Bernardino Rivadavia” es el más antiguo del país. Institución modelo, allí supieron atender los doctores Argerich, Muñiz, Garrahan y Peralta Ramos.
En el 2010, año del bicentenario, el objetivo de Mauricio Macri y su Ministro de Salud Jorge Lemus es reducir la atención a un “hospital vertical”, apropiarse de las valiosas hectáreas destinadas originalmente para atender distintas patologías en los pabellones y volcar el terreno que está en el corazón de barrio norte al mercado inmobiliario.
El plan para lograrlo es desfinanciar al Rivadavia y dejar que se venga abajo. Hoy, como denuncian sus trabajadores, el establecimiento se encuentra en una situación de abandono extremo: las obras se encuentran paralizadas; no se nombra personal de mantenimiento ni administrativo; la mitad del edificio está sin gas; no hay agua corriente en clínica médica; de 15 quirófanos solo hay 5 funcionando; un pabellón entero está completamente inhabilitado; faltan personal, equipos e insumos; las cirugías programadas deben suspenderse por falta de recursos; los turnos tienen demoras de tres y cuatro meses.
Pero esto no es un hecho aislado, sino que es un eslabón de un plan mayor que pretende cerrar la mayoría de los 33 hospitales públicos que funcionan hoy en la ciudad de Buenos Aires y dejar en pie solo a ocho de ellos (dos por región). En esta línea se ubican el intento de cierre del Lagleyze; la paralización de obras y desfinanciación del Tobar García, el Instituto del Quemado, el Durand, el Borda, el Moyano, el Alvear, el Vélez Sarsfield, el Argerich, el Garrahan…
Macri quiere profundizar el proceso iniciado en los ’90, vaciar los hospitales y volverlos obsoletos para poder así privatizar la salud y abrir nichos de negocios destinados a sus amigos. Pero queridos vecinos de Recoleta estemos atentos porque el hospital público es irremplazable en la formación de profesionales, en el desarrollo de la ciencia médica y -lo más importante- en la atención gratuita de miles de personas. Allí reside la garantía al derecho a la salud para todos y todas, tal como lo pensaron los grandes médicos y sanitaristas, aquellos que supieron atender en el Hospital Rivadavia.
Julieta Haidar - Infosur Comuna Dos
Fundado en 1774 con el nombre de “Hospital de Mujeres”, el hospital general de agudos “Bernardino Rivadavia” es el más antiguo del país. Institución modelo, allí supieron atender los doctores Argerich, Muñiz, Garrahan y Peralta Ramos.
En el 2010, año del bicentenario, el objetivo de Mauricio Macri y su Ministro de Salud Jorge Lemus es reducir la atención a un “hospital vertical”, apropiarse de las valiosas hectáreas destinadas originalmente para atender distintas patologías en los pabellones y volcar el terreno que está en el corazón de barrio norte al mercado inmobiliario.
El plan para lograrlo es desfinanciar al Rivadavia y dejar que se venga abajo. Hoy, como denuncian sus trabajadores, el establecimiento se encuentra en una situación de abandono extremo: las obras se encuentran paralizadas; no se nombra personal de mantenimiento ni administrativo; la mitad del edificio está sin gas; no hay agua corriente en clínica médica; de 15 quirófanos solo hay 5 funcionando; un pabellón entero está completamente inhabilitado; faltan personal, equipos e insumos; las cirugías programadas deben suspenderse por falta de recursos; los turnos tienen demoras de tres y cuatro meses.
Pero esto no es un hecho aislado, sino que es un eslabón de un plan mayor que pretende cerrar la mayoría de los 33 hospitales públicos que funcionan hoy en la ciudad de Buenos Aires y dejar en pie solo a ocho de ellos (dos por región). En esta línea se ubican el intento de cierre del Lagleyze; la paralización de obras y desfinanciación del Tobar García, el Instituto del Quemado, el Durand, el Borda, el Moyano, el Alvear, el Vélez Sarsfield, el Argerich, el Garrahan…
Macri quiere profundizar el proceso iniciado en los ’90, vaciar los hospitales y volverlos obsoletos para poder así privatizar la salud y abrir nichos de negocios destinados a sus amigos. Pero queridos vecinos de Recoleta estemos atentos porque el hospital público es irremplazable en la formación de profesionales, en el desarrollo de la ciencia médica y -lo más importante- en la atención gratuita de miles de personas. Allí reside la garantía al derecho a la salud para todos y todas, tal como lo pensaron los grandes médicos y sanitaristas, aquellos que supieron atender en el Hospital Rivadavia.
5/04/2010
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