Por Héctor GIULIANO
SINTESIS
La presente hoja de síntesis es el compendio de las principales ideas-eje del artículo del autor titulado “YPF: UTILIDAD PÚBLICA, DEUDA O SALVATAJE?”, del 23.4.12.
- El Poder Ejecutivo ha tomado dos
decisiones que no van necesariamente asociadas: la Intervención de YPF y
la Expropiación de parte de las acciones de Repsol.
- La intervención de la Empresa, en
principio, es correcta dada las graves irregularidades de gestión y la
denuncia de vaciamiento por parte del Gobierno.
- Estos delitos deben ser debidamente
investigados y llevados a la Justicia por Administración Fraudulenta así
como por responsabilidades en la Política de Hidrocarburos.
- El proyecto de ley de Expropiación, en
cambio, es innecesario e inconveniente para el Estado Argentino desde el
punto de vista económico-financiero.
- Los fundamentos del proyecto de ley de
expropiación son vulnerables porque presentan inconsistencias que pueden
costarle muy caro al Estado Nacional. La iniciativa oficial mezcla
Utilidad Pública y Delitos.
- Haciéndose cargo del paquete mayoritario
de YPF el Estado cargará una triple deuda pública nueva: los pasivos
acumulados bajo la gestión Repsol-Eskenazy (unos 9.000 MD), el futuro
financiamiento del plan de inversiones incumplido por Repsol (30.000 MD)
y las eventuales indemnizaciones a la firma española.
- La Deuda Pública Indirecta proveniente
de las Empresas del Estado – que tiene al Gobierno Central como avalista
o garante de última instancia - no posee capacidad de repago demostrada
y se suma así al sistema de Deuda Perpetua del Fisco Nacional y
Provincial.
- La expropiación de acciones liberaría a
Repsol de sus responsabilidades por los pasivos de YPF y por el
incumplimiento del plan de inversiones en exploración de petróleo y gas.
Bajo estas circunstancias, la expropiación implica en la práctica una
descarga o salvataje a Repsol por las consecuencias del endeudamiento y
la infra-inversión en YPF que el Poder Ejecutivo le atribuye haber
causado.
- En línea con el punto 2, el Gobierno
Kirchner es co-responsable directo de las irregularidades que imputa a
Repsol y, consecuentemente, también su comportamiento debe ser
investigado.
- El grupo co-administrador Petersen-Eskenazy – ligado al gobierno y favorecido con la compra de sus acciones con deuda y la política de reparto excesivo de dividendos - igualmente debe ser investigado.
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